Los materiales que reunimos fueron los siguientes:
1) Semillas de trigo y avena. Sin posibilidad de adquirir semillas de calidad y certificadas, simplemente compramos 5 k de cada tipo en un almacén donde venden alimentos para animales, que cumplieran con las condiciones de ser nuevas y enteras.
2) 1 k de NPK (fertilizante que aportará los macronutrientes)
3) Bandejas de espuma o telgopor.
4) Una sábana vieja.
5) Una botella con aspersor de los que vienen con productos de limpieza al que enjuagamos cuidadosamente.
6) Balde de plástico y colador de pastas.