Forraje Verde hidropónico: El manual de la FAO

En la sección de publicaciones de la FAO encontramos el manual para la producción de FVH. Nos pareció sencillo y para nada alejado de nuestras posibilidades de conseguir los materiales necesarios para iniciar la experiencia, adaptándolos a nuestra situación socioeconómica.

Los materiales que reunimos fueron los siguientes:

1) Semillas de trigo y avena. Sin posibilidad de adquirir semillas de calidad y certificadas, simplemente compramos 5 k de cada tipo en un almacén donde venden alimentos para animales, que cumplieran con las condiciones de ser nuevas y enteras.

2) 1 k de NPK (fertilizante que aportará los macronutrientes)

3) Bandejas de espuma o telgopor. 

4) Una sábana vieja.

5) Una botella con aspersor de los que vienen con productos de limpieza al que enjuagamos cuidadosamente.

6) Balde de plástico y colador de pastas.

Forraje verde hidropónico

Verano del 2023, departamento de Maldonado, Uruguay. Estamos atravesando una tremenda sequía que se agrava por el déficit hídrico que se viene dando por tres años. En nuestro lugar conseguir agua para consumo animal y del hogar no es el único problema a resolver. Al no contar con agua para riego está faltando alimento para los animales.

Alimentamos con raciones balanceadas pero falta fibra vegetal.

Investigando en la web dimos con el sitio de la FAO y sus publicaciones acerca de la producción de forraje verde hidropónico (FVH).

Decidimos comenzar una experiencia basándonos en el manual publicado por este organismo internacional.

En este blog iremos publicando nuestras experiencias, observaciones y resultados. Bienvenidos!!

BIBLIOGRAFÍA

 Manual de Hortalizas INIA

El compost  

El gallimóvil

Conociendo las ventajas de pastorear gallinas en el huerto, tanto para obtener huevos frescos y de excelente calidad, como para mejorar el sistema agroecológico, construimos con materiales reciclados este gallinero móvil. Nos permite ir trasladando a nuestras tres gallinas por los diferentes sectores del huerto. En la parte inferior se alimentan de hierba, semillas y todo tipo de invertebrados, además de producir abono para la compostera. A la parte superior acceden por una escalera. Allí se encuentra el nido y el dormidero. Levantando una parte del techo podemos limpiar y recoger los huevos.

LA ABONERA EN EL HUERTO

 

Entre las distintas formas de hacer compost hemos optado por realizar una pila con los materiales.

Para construir la pila procedemos de la siguiente manera:

1) Elegimos un lugar con buen drenaje y soleado en invierno.

2) Marcamos con piolas y estacas una superficie de 2 a 3 m de diámetro. Aflojamos los primeros 30 a 60 cm de suelo con una pala de dientes.

3) En el centro del sitio preparado colocamos un palo de 2 m de altura (apenas enterrado para que después se fácil sacar).

4) Colocamos una primera capa de paja y restos secos (ramas, tallos, etc), de 15 cm aproximadamente, en forma pareja en toda la superficie y sin presionar.

5) Colocamos una segunda capa con restos de cocina y plantas verdes.

6) La siguiente capa es de unos 5 cm y se realiza con estiércol de animales.

7)Sobre ésta se coloca una capa de tierra y se riega. 

Repetimos las capas hasta llegar a una altura de 1,5 m.

9) Una vez terminada la pila se puede cubrir con paja o dejarla descubierta.

10) Por último se riega la pila y se retira el palo para favorecer la aireación interna de la misma.

FLORES EN EL HUERTO: Alhelí

Alhelí, una planta superviviente que no requiere mayores cuidados. Además de sus hermosas y sencillas flores, tiene un aroma exquisito. Su cultivo comienza con el otoño y si bien temperaturas menores a 5°C detienen su crecimiento, son capaces de sobrevivir hasta el siguiente verano. Le gusta el sol, abundante abono orgánico y agua con moderación. Como dato curioso: Esta flor conserva su perfume aún después de seca.

IMPORTANCIA DE CULTIVAR FLORES EN EL HUERTO

 Cultivar flores en el huerto favorece la polinización biótica de las hortalizas. De muy fácil cultivo en otoño resultan las gazanias, caléndulas, lavanda y boca de sapo. A las gazanias las reproducimos por división de matas y cumplen también la función de evitar el arrastre y erosión de los bordes de los bancales o canteros. La lavanda, también llamada espliego, la reproducimos enterrando gajos. Caléndulas y bocas de sapo (Antirrhinum) se reproducen mediante semillas. Las primeras fueron sembradas directamente en la tierra y las segundas en almácigo.